Dressed to Dance
en el Museo Guggenheim, Nueva York
Un proyecto de fusión de coreografía y de artes visuales presentado en el icónico espacio diseñado por Frank Lloyd Wright, el Museo Guggenheim de Nueva York en febrero de 2010, formando parte del Flamenco Festival. Danza y una colección de vestuario escénico, incluyendo diseños históricos de Picasso y Dalí. Subrayando la relación entre la danza española y las artes visuales y el diseño y el vínculo histórico entre el flamenco y la vanguardia. Expandiendo los límites tradicionales de las artes escénicas, introduciendo la danza y el flamenco en principales museos de arte, integrando el espectáculo en el espacio arquitectónico, llegando a otros públicos y creando interesantes vínculos con los campos de la historia del arte, el diseño, la creación y de vestuario y de moda. Se reunió una colección de 70 trajes de distintas compañías de danza y colecciones privadas, incluyendo el Ballet Nacional de España. Con veintitrés bailarines en escena, incluyendo los solistas María Pagés, Rocío Molina, Manuel Liñán y el propio coreógrafo de Dressed to Dance, Carlos Chamorro. Dressed to Dance en el Museo Guggenheim fué patrocinado por la Comunidad de Madrid. Posteriormente se presentó Dressed to Dance en la Sala Tchaikovsky, Moscú y en el Festival de Israel en Jerusalén.
Un proyecto de fusión de coreografía y de artes visuales presentado en el icónico espacio diseñado por Frank Lloyd Wright, el Museo Guggenheim de Nueva York en febrero de 2010, formando parte del Flamenco Festival. Danza y una colección de vestuario escénico, incluyendo diseños históricos de Picasso y Dalí. Subrayando la relación entre la danza española y las artes visuales y el diseño y el vínculo histórico entre el flamenco y la vanguardia.
Expandiendo los límites tradicionales de las artes escénicas, introduciendo la danza y el flamenco en principales museos de arte, integrando el espectáculo en el espacio arquitectónico, llegando a otros públicos y creando interesantes vínculos con los campos de la historia del arte, el diseño, la creación y de vestuario y de moda. Se reunió una colección de 70 trajes de distintas compañías de danza y colecciones privadas, incluyendo el Ballet Nacional de España. Con veintitrés bailarines en escena, incluyendo los solistas María Pagés, Rocío Molina, Manuel Liñán y el propio coreógrafo de Dressed to Dance, Carlos Chamorro. Dressed to Dance en el Museo Guggenheim fué patrocinado por la Comunidad de Madrid. Posteriormente se presentó Dressed to Dance en la Sala Tchaikovsky, Moscú y en el Festival de Israel en Jerusalén.